viernes, 17 de julio de 2015

FUZZY LOGIC: EN BUSCA DE LA SOCIEDAD, EL PAÍS Y EL PRESIDENTE QUE QUEREMOS


El presente artículo es de libre circulación y contiene ideas personales, muy discutibles, debatibles y rebatibles por cierto, que pretenden encender la mecha de nuestros más ocultos pensamientos filosóficos y humanísticos, y despertarnos del letargo observacional de nuestra comodidad y conformismo en el cual estamos sumidos o  que hemos adoptado por voluntad propia o forzada, y llevarnos hacia los más recónditos y encendidos debates y comentarios sobre la razón de ser de la vida en sociedad como nación y como Estado.

En el desarrollo del mismo, se procura utilizar algunos principios, que creo yo, son de vital importancia para llegar a buen puerto. Entendiéndose la palabra PRINCIPIO, en mi opinión personal, como una “Ley natural que ningún ser humano puede controlar ni modificar”.  Algunos de estos principios mencionados sin orden preferencial, son:

1.    Principio de la Racionalidad
2.    Principio de la Familiaridad
3.    Principio del Equilibrio
4.    Principio de la Autoridad
5.    Principio de la Gradualidad
6.    Principio del Buen Orden



A.   HISTORIA:
El hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza y lo colocó en la tierra para la extensión de los principios divinos, su desarrollo personal y realización en sociedad. Todo ser humano tiene derecho de habitar en el planeta y administrarlo racionalmente. En tales hechos se origina el derecho a la vida y la búsqueda del bien común. Constituye un derecho igualmente inalienable su aspiración a contar con un trabajo digno, haciendo suyos sus frutos y adquiriendo propiedad para sí y para sus herederos teniendo como fin la mejora de su calidad de vida y el cumplimiento de sus sueños.
El creador dotó a cada persona de características propias acordes con la imagen y semejanza comprendida en la doctrina cristiana que el Creador personificó, posteriormente, en la persona de su hijo Jesucristo, tales como la Dignidad. El humanismo cristiano establece que todas y cada una de las personas somos seres humanos únicos e irrepetibles y que nos reconocemos iguales por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. Por ello, consideramos a la persona como el centro de la sociedad y como un ser anterior y superior al Estado y al que la economía debe servir. Reconocemos en cada persona derechos fundamentales que respetar. Esta misma descripción e identificación que se hace con las personas puede extenderse a la unicidad y funcionalidad de cada Sistema, Planeta, Continente, País, Sociedad e Institución. Podemos hallar rasgos semejantes entre los Sistemas, Planetas, Continentes, Países, Sociedades e Instituciones como ocurre con las personas, pero cada uno es único e irrepetible.
Las personas somos seres sociales. Nacemos en una familia, vivimos en una comunidad, participamos de múltiples organizaciones a lo largo de nuestras vidas. Algunas de esas instituciones, como la familia son organizaciones naturales de protección y de liderazgo paternalista. La consideramos la base fundamental de la sociedad porque allí se forja la personalidad y allí construye el ser humano las relaciones interpersonales que lo signan por siempre.  Otras, son instituciones jurídicas que representan imperfectamente a la sociedad. A unas y otras las denominamos Organismos Intermedios.
En ese contexto es que nace esta idea, donde defino las etapas de la vida de una persona y extendido posteriormente a una institución y una sociedad.
Existen muchas teorías filosóficas, científicas y humanísticas que definen las etapas de la vida de una persona. Sin embargo, quien escribe, las define en los siguientes términos: “Las etapas de la vida son: la Niñez, la Juventud, la Adultez, la Ancianidad y la Sobre Ancianidad” cada una con sus características inherentes y funcionales, así como sus propósitos.
La Niñez es el futuro que ve y observa el presente  y la adopta, voluntaria o forzada, para sí, la Juventud es el presente que construye y vive los instantes muchas veces sin razón ni consciencia de lo que hace, la Adultez es el primer momento del pasado en el cual imperceptible e irremediablemente se cosecha lo sembrado en su presente, la Ancianidad es el segundo momento del pasado que mira con añoro el primer momento y el presente que dejó, y espera el fin de su  vida, y la Sobre Ancianidad el tercer momento del pasado que ha sobrepasado el estado natural de vida, y que reflexiona sobre su por qué y actúa en base a su respuesta. A diferencia de las teorías filosóficas, científicas y humanísticas estas definiciones no tienen orden cronológico ni orden histórico, pues más bien son de características no estáticas y dinámicas. Además pueden ser extendidas a entidades institucionales y sociedades, así como a regiones geográficas y sistemas universales. En todas y cada una de estas etapas pueden distinguirse tres niveles de voluntades: la voluntad personal, la voluntad profesional y la voluntad política, entendiéndose la voluntad como los criterios y las decisiones que se adoptan libre o forzadamente utilizando nuestro libre albedrío. En el nivel personal somos responsables de lo decidimos como ser humano, en el nivel profesional somos responsables de lo que hacemos con nuestra decisión, y en el nivel político somos responsables de lo que administramos como persona y profesional. Asimismo esto se extiende a las instituciones y sociedades, las cuales también tienen dichas voluntades expresadas y representadas por las personas que intervienen en ellas.
En ese sentido, entonces, la Institución y la Sociedad es el reflejo de nuestras voluntades. Por lo tanto es válido afirmar que la Nación, el Estado y la Sociedad es el reflejo de nuestros deseos y de nuestro destino. Y que las etapas en las que  actualmente se halla inmersa son las mismas etapas por las que están pasando sus dirigentes y sus integrantes.
De modo que la Sociedad y la Nación que queremos es lo que realmente queremos para nuestras vidas todos los líderes e integrantes de ellas. Por lo tanto centrémonos en lo que queremos ser como persona, como profesional y como político.
Como Persona, nuestros mayores deseos giran en torno a la satisfacción y  a la felicidad. A la sensación de sentirnos protegidos y seguros para actuar con libertad a favor de nosotros mismos, nuestro entorno más cercano, que es la familia, y la de poder servir al prójimo, y en general a nuestros semejantes, en beneficio de la sociedad.
Como Profesional, nuestros mayores deseos es poder laborar y desarrollarnos intelectualmente con el fin de servir efectiva y eficazmente en el desarrollo y crecimiento de nuestra sociedad para que sus integrantes alcancen las mismas condiciones de satisfacción y felicidad que nosotros, por ello la importancia de la Universidad como ente principal de la docencia y de la enseñanza de modelos de vida.
Como Político, nuestros mayores deseos es la de administrar justiciera y  equitativamente los recursos que poseemos, entre los cuales tenemos el tiempo, la familia, el dinero, la propiedad, y la naturaleza, proveyendo para ello escenarios de libertad, de confianza y de libre albedrio a fin de que cada integrante de la sociedad se aboque en la búsqueda de su verdad, de su satisfacción y de su felicidad.
Por lo explicado, entonces la Sociedad y la Nación personalizada, profesionalizada y politizada que queremos, debe perseguir y desear los mismos sueños y las mismas aspiraciones que tenemos nosotros como personas.
Puesto que nuestro primer liderazgo ocurre en el escenario familiar, entonces la Sociedad, el Estado así como la Nación debe verse como una familia donde las Leyes giran en torno a los Principios de Autoridad Familiar, que emana naturalmente de los padres de familia, de modo que, en pleno siglo XXI, la Sociedad y la Nación que queremos debe tener como base la conformación fuerte y sólida de valores y principios familiares, cuyo fin supremo es la de satisfacer las necesidades y el desarrollo gradual de sus integrantes.
La vida en sociedad exige la vigencia de un orden en las relaciones humanas que permita la convivencia en paz y armonía. Para cumplir tales propósitos los seres humanos ceden parte de su libertad individual en un contrato social que contiene las reglas que constituyen los ordenamientos social, político y económico. Dichos ordenamientos que deben ser respetados por todos sin excepción son administrados por un ente que representa a la sociedad y que se denomina Estado.
Como es lógico, en la medida que las instituciones jurídicas representan a mayores grupos humanos, se van alejando de la base de la sociedad. Por ello, es necesario que el poder sea descentralizado y compartido. Los que conformamos la Sociedad y la Nación  debemos procurar ordenar ese poder en base al principio de la PATERNIDAD FAMILIAR, que preconiza lo siguiente: “el organismo mayor hace su parte y el organismo menor la suya cada una con sus responsabilidades subyacentes y que el organismo mayor no haga lo que puede hacer el menor”.
La evolución y desarrollo de las personas se sustenta en el ejercicio de la libertad y en su aceptación dentro de la sociedad en su conjunto, pudiendo sus principios e ideales aunque contrarias a las otras personas ser rebatidas con racionalidad y respeto. Sin embargo, la evolución de la especie humana ha provocado desigualdades que impiden el desarrollo de algunos segmentos de la sociedad. Esa situación genera la obligación moral de los más fuertes de asistir a los más débiles en ejercicio del principio de familiaridad y solidaridad, que en ningún caso limita la libertad individual.
Cuando la sociedad no acude en forma directa en auxilio de los más necesitados, el Estado tiene la obligación de hacerlo en ejercicio del principio de suplencia.
Adicionalmente, los desequilibrios sociales deben ser superados mediante la aplicación de criterios de justicia social.  La justicia social es la búsqueda del bienestar general del cuerpo común del que todos formamos parte. Ello constituye el bien común. Así, para el que escribe, la justicia social es la búsqueda del bien común,  es decir, la realización y satisfacción de todas y cada una de las personas dentro de la Sociedad o de la Nación, según el contexto. Así como no podría afirmarse que una persona está sana si tiene algunos órganos enfermos; no se entiende el bienestar general si algunos y peor, si muchas personas no gozan de tal satisfacción y bienestar.
El progreso del hombre se produce en espiral y exponencialmente.  Ello significa que existen períodos de franco progreso y otros en los cuales se cometen nuevos errores que aparentan retroceso pero que como etapa sitúan al hombre en un estadio superior.  El proceso como conjunto implica la evolución de la persona individual y el progreso de la comunidad como generación, de ahí que exista una responsabilidad individual y una generacional que compete a cada persona.
La responsabilidad solidaria es por tanto irrenunciable para la persona que vive en sociedad. Más aún es deseable, en la medida que se comprenda que genera una suma  entre el que da y el que recibe.  Por ejemplo: las empresas requieren de los consumidores para la colocación de sus productos, los cuales a su vez requieren tener capacidad adquisitiva, la que se origina en el fruto de su trabajo, ejercido principalmente en las empresas.
De ahí las cualidades dignificadoras del hombre y dinamizadoras de la economía que tiene el trabajo; las primeras porque le permiten cubrir parte de su responsabilidad solidaria con la sociedad y las segundas porque viabilizan el flujo de bienes y financiero.  Por ello la tensión empresario – trabajador no debiera devenir nunca en conflicto sino en concertación para lograr que ambos esfuerzos se sumen en aras del progreso social.
El mundo actual es uno abierto, global e interdependiente. Valoramos el proceso de la mundialización porque permite la libre movilidad de las personas, bienes y capitales, acerca el conocimiento a mayores segmentos de población, rompe distancias entre los pueblos y reduce el tiempo necesario para equilibrar los niveles de desarrollo de los países.
Ese proceso debe permitir no sólo el reacomodo de las sociedades sino también al interior de éstas de sus clases sociales buscando un nuevo equilibrio que les posibilite una convivencia armoniosa, pacífica y confiada cuyo fin sea la mejora de la calidad de vida. El tránsito de sociedades cerradas a sociedades abiertas debe ser gerenciado y administrado  de cara a los valores permanentes y a los principios universales.
La utilización de la ciencia y la tecnología al servicio de los objetivos descritos es imprescindible. En ese sentido, instrumentos como el planeamiento estratégico, la comunicación en tiempo real, la cibernética, la biotecnología y las ciencias económicas y sociales deben responder y ser aplicadas para el servicio del hombre.
Como previsiblemente la ciencia y la tecnología modificarán las formas tradicionales de producción y permitirán mayor disponibilidad del tiempo individual y colectivo, constituye un desafío y una oportunidad destinar el tiempo al desarrollo espiritual y al cultivo del alma. El impulso a la cultura, al arte, al deporte y el fortalecimiento de la familia donde la mayor presencia de sus integrantes en el hogar deben ser privilegiados, estando los padres en la base de sus actividades como símbolo inherente de protección y de ejemplar virtud.
Rescatamos el valor integral de la globalización y en cambio consideramos insuficiente la noción puramente economicista de la globalización, entendida  exclusivamente como la apertura comercial y libre tránsito de capitales. Por ello, en medio de esta realidad mundial contemporánea, reconocemos el valor de la universalización de los derechos humanos y los mecanismos internacionales de protección, pero, rechazamos la pretensión de homogenizar culturalmente todo el universo. Creemos en la identidad de las naciones y dentro de ellas en la convivencia armónica de identidades, costumbres y tradiciones locales. Es indispensable, sin embargo, construir un proyecto nacional de bienestar común para lograr la evolución armónica  y superar el conflicto de las civilizaciones que tiende a dividir el mundo y  a las naciones  y que  amenaza la paz. Todas las formas de intolerancia, corrupción y violencia, especialmente las expresiones del terrorismo familiar (contra el niño, adolescente y la mujer),  nacional o internacional merecen nuestro repudio y deben ser combatidas hasta su total erradicación.
Las personas dentro de la Sociedad y en especial los que conformamos la Universidad  tenemos la obligación de proponer a nuestros compatriotas el diseño y construcción de una visión que recoja nuestras creencias y nuestras esperanzas. Ese sueño debe convertirse en el plano de referencia para hacer de nuestra Nación un modelo humanista de convivencia armoniosa y pacífica.
Finalmente, es necesario mencionar que para lograr el éxito requerimos que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma, es decir, la unidad física y espiritual que somos, se ponga al servicio de nuestro objetivo supremo que es la realización del ser humano.

B.    VISIÓN DEL PAÍS:

Mi visión personal sobre la nación peruana es la siguiente:

Vivimos en una nación gobernada por gente honesta, alegre, contenta y satisfecha por lo que hace, confiada en las personas e instituciones públicas y privadas, donde los núcleos familiares viven en armonía, no hay analfabetos, las personas pueden transitar por las calles caminando o usando un transporte público o privado, a cualquier hora de la noche, sin ningún peligro para conversar y divertirse, ir algún centro asistencial,  educativo o comercial, y en los muchos centros de trabajo se laboran en los tres turnos para producir productos de uso y consumo interno y externo. Vivimos en un país donde se respira paz y armonía sin ninguna clase de contaminación, donde convive la justicia, la equidad social y económica, sin ninguna clase de discriminación racial, sexual, física ni de credos.

Aquí hacemos un punto de quiebre porque en los últimos 30 años se ha alojado sigilosa e incontrolablemente un fenómeno delictivo organizado: la CORRUPCIÓN POLÍTICA, que ha degenerado y desvirtuado todo lo expresado anteriormente. Una definición apropiada para este fenómeno podría ser: La corrupción política se refiere al mal uso del poder público para conseguir una ventaja ilegítima, generalmente de forma secreta y privada. El término opuesto a corrupción política es transparencia. Por esta razón se puede hablar del nivel de corrupción o de transparencia de un Estado.1
Todos los tipos de gobierno son susceptibles de corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de drogas, el patrocinio, y también los sobornos, las extorsiones, los fraudes, la malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la cooptación, el nepotismo, la impunidad, y el despotismo. La corrupción facilita a menudo otro tipo de hechos criminales como el narcotráfico, el lavado de dinero, y la prostitución ilegal; aunque no se restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros crímenes.
Una situación de corrupción política sin restricciones se conoce como cleptocracia, término que significa literalmente "gobierno por ladrones".
Una evidencia de la corrupción política se muestra en las elecciones de cargos públicos al interior de un país. En el Perú, en los últimos 30 años, ha aumentado la cantidad de Agrupaciones Políticas sin ideologías ni principios coherentes y más de una docena de candidatos se presentan para una elección municipal, regional, congresal o presidencial, muchos de ellos profesionalmente no calificados o inmersos en actos de corrupción y en procesos penales. La historia nos revela que estos candidatos inicialmente se presentan con propósitos inmaculados de pureza a favor de la sociedad y la población, pero que en el transcurso del proceso electoral y del apasionamiento  muestran sus verdaderas caretas y otros poseen una alta escuela de finura y muy elevado nivel de sus capacidades delictivas y ocultan sus verdaderas intenciones hasta que, tras el triunfo,   ponen de manifiesto su oculta y real intención  que persiguen. Por ello, apelando a la trillada frase “el fin justifica los medios” utilizan un mil argucias legales e ilegales de compra de votos y de consciencias, jugando muchas veces  con la necesidad y el dolor de la ciudadanía. Una población, a veces ignorante, que voluntaria y deliberadamente olvida su historia o que inmersa en su mundo de necesidades y dolores, con total pasividad es llevada por cualquier viento de doctrina, preconizadas por expertos verbales, codiciosos personajes y lascivos poderes atrapan deliberadamente a su víctima electoral.

La corrupción, pues, tiene dos protagonistas principales: el corruptor y el corruptivo. Aquí es donde pretendemos romper la interrelacionalidad e interdependencia de estos dos elementos, a través del uso de la Tecnología Científica e Informática: La LÓGICA DIFUSA.  Todos sabemos que en cada proceso electoral los Movimientos, Agrupaciones y Partidos Políticos y sus candidatos, en sus diversas instancias y niveles, se preparan política, social y económicamente para este magno evento. A ello agregamos la preparación verbal capaz de engañar y soslayar la información y lo presentan en forma maquillada, pero en el fondo son medias verdades. Las aplicaciones de estas medias verdades son más dañinas que las mismas mentiras. En ese escenario electoral participan no sólo candidatos sino los electores, empezando una negociación colectiva donde se compran voluntades y consciencias con el único objetivo de lograr beneficios altamente rentables. La Lógica Difusa; así como las Redes Neuronales Artificiales, los Sistemas Expertos, la Robótica; es una parte de la Inteligencia Artificial que procura imitar el lenguaje del ser humano y su forma de pensar y razonar, es decir procura imitar su estado conductual ante determinados escenarios y situaciones. A través de la Lógica Difusa y con el complemento de la Teoría de Juegos de Negociación y del Análisis Global de Datos, puede diseñarse un Sistema Inteligente capaz de seleccionar personal idóneo para un cargo empresarial y público, sin la participación directa de las personas, agente principal de corrupción.

Para ello, se crea en forma virtual y ficticia un “líder perfecto” y a través de la Lógica Difusa se miden los rendimientos y las conductas de los candidatos ante diversas situaciones, propias del quehacer político, y se elige al que más se aproxime al Líder Virtual. Por supuesto que para no dejar de lado totalmente a los electores, se incorpora el Sufragio Facultativo, con la finalidad de seguir alimentando la base de datos del Sistema a crearse. Con ello, se espera que la Corrupción que rodea a los comicios electorales sea reducida hasta prácticamente   eliminarla.

Esto continuará.....



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Actualmente nos encontramos sumidos en el miedo, ansiedad, decepción, etc. Coincido que el país está envuelto de un mal que impide alejarse de aquel círculo de desigualdad, pobreza, exclusión, inseguridad entre otros, La corrupción. Hemos llegado al extremo de la permisividad, eligiendo personas corruptas para cargos públicos aun conociendo ello.
Este problema nos concierne a todos los peruanos, nuestro día a día se ve marcado por los efectos que esta genera, falta de políticas que solucionen los problemas sociales y que limitan nuestra expresión como ser humano, ya sea como aspiraciones, decisiones y participación. Es necesario para combatir tal problema la instauración de principios morales en los agentes de socialización como la familia, que todos como nación persigamos un objetivo y seamos más consientes en nuestras decisiones; así mismo nuestras instituciones deben estar fortalecidas y regidas al margen de la justicia y transparencia para garantizar un adecuado desarrollo de nuestra actividad. Soy consciente que vemos la mejora de nuestra sociedad como algo utópico, pero no podemos estar al margen de ello, un sueño nunca se lograra sino podemos de nuestra parte en el proceso, cada uno de nosotros somos participe de este destino, está en nuestras decisiones poder iniciar el cambio. La aplicación de la tecnología artificial para poder elegir mejor a nuestros gobernantes sería una buena alternativa como solución, dándonos una visión acerca de nuestra elección, pero en el país tenemos el problema que aun sabiendo la intencionalidad y los fines lejos del bien común que tienen los aspirantes al poder, estos tienen respaldo de la población que ve la política en general como corrupta, esto debido a la falta de alternativas que encuentra.
casaverde C.E.

Unknown dijo...

En primer lugar teniendo en cuenta lo planteado en el articulo sobre los principios para el debido funcionamiento de la sociedad y el Estado concordamos que estos no pueden ser modificados se da por propia naturaleza, es nuestro objetivo hacerlo lo más factible.
Por otro lado ya mencionado que las personas somos seres sociales, esto es la base para entender las relaciones sociales y políticas de un comunidad, distrito, país, etc. Además como se menciona el ser humano sufre etapas que son inevitables y esta en cada uno mejorar el futuro par las nuevas generaciones, cabe resaltar que estamos en un mudo globalizado en donde las comunicaciones e informaciones han sufrido cambios drásticos donde se puede saber las noticias de "último minuto" y averiguar sobre tópicos no antes leídos con lo que lleva a la persona en busca de nuevas oportunidades en el ámbito profesional, personal y político.
En relación al a visión de el ideal de un país es bien descrito por el autor, pero aquí llegamos a un punto muy discutido y comentado en la sociedad la corrupción, ese mal que nos persigue desde tiempo atrás como sociedad y nación, se da en todos los ámbitos pero principalmente en la política donde se abusa del poder para poder sacar el máximo beneficio personal, siendo fundamental que un hombre político busque el bien común, esto exaltaría las cualidades del político que lamentablemente no tenemos en le país actualmente, por eso el autor plantea el concepto de lógica difusa para poder reducir al mínimo la corrupción lo cual es un propuesta válida que debe ser sustentada ante la sociedad.
Reategui F.

Anónimo dijo...

En mi opinión la Lógica Difusa es una gran alternativa de solución a nuestro problema de corrupción que tenemos cada vez que se dan procesos electorales en el Perú, tener la posibilidad de poder poner personas idóneas en los cargos públicos más afectados por la corrupción ayudaría mucho a mejorar nuestro sistema electoral, que en los últimos años presenta lamentables estadísticas por ejemplo en el 2014 se supo que más del 90% de los alcaldes del Perú están siendo investigados por corrupción (lavado de dinero, compra de votos, entre otros casos), todo esto suma a que nuestra sociedad no vea con buenos ojos nuestra política, tenga desconfianza en nuestras instituciones tanto públicas como privadas, etc.
Por lo tanto poder implementar la Lógica Difusa en nuestro sistema electoral sin duda traería muchos beneficios y con ello un gran cambio, ya que las personas que postulen a ser alcaldes, ministros , presidente ya no solo serán elegidos por su oratoria, simpatía o por tener mucha capacidad de influir en la decisión de las personas porque la Lógica Difusa no solo podría señalar a personas honestas sino señalar personas con capacidades, actitudes, aptitudes para cada cargo público o privado específico, así podemos seleccionar a las personas más capaces de solucionar los problemas presentes y del futuro que tenemos en nuestro país; y lo mejor es que nuestro voto no lo dejaría de lado ya que se puede incorporar aquella información en la base de datos de la Lógica Difusa y así participaríamos de la selección de aquel sistema.

Atte: Juan Carlos Nuñez

jhonatanpoma dijo...

Hablar de politica, siempre ha sido polemico en el Peru, ya que la naturaleza de nuestra sociedad siempre ha sido convenenciera. Creo con esto expueto,que la vision del autor de un gobierno correcto,sin ningun tipo de acto delictivo o corrupto es muy ideal, y que significaria perjudicar a algunos para que otros se beneficien

Unknown dijo...

Respecto al documento se podría concluir que el exceso de poder en cualquier aspecto es malicioso para la sociedad es por ello que en el estado se debe ejercer el control entre poderes un punto para resaltar sería el principio de la paternidad donde cada uno hace lo que le corresponde y no más viendo desde ese punto de vista si todos hacemos lo que nos corresponde en el lugar que nos encontremos el país podrá llegar al equilibrio donde todas sus partes interactuan entre sí y donde la acción correcta de uno obligaría a los demás a una reacción similar.