El presente artículo es de libre
circulación y contiene ideas personales, muy discutibles, debatibles y
rebatibles por cierto, que pretenden encender la mecha de nuestros más ocultos
pensamientos filosóficos y humanísticos, y despertarnos del letargo observacional
de nuestra comodidad y conformismo en el cual estamos sumidos o que hemos adoptado por voluntad propia o
forzada, y llevarnos hacia los más recónditos y encendidos debates y
comentarios sobre la razón de ser de la vida en sociedad como nación y como
Estado.
En el desarrollo del mismo, se procura
utilizar algunos principios, que creo yo, son de vital importancia para llegar
a buen puerto. Entendiéndose la palabra PRINCIPIO, en mi opinión personal, como
una “Ley natural que ningún ser humano
puede controlar ni modificar”. Algunos de estos principios mencionados sin
orden preferencial, son:
1.
Principio
de la Racionalidad
2.
Principio
de la Familiaridad
3.
Principio
del Equilibrio
4.
Principio
de la Autoridad
5.
Principio
de la Gradualidad
6.
Principio
del Buen Orden
A.
HISTORIA:
El hombre fue
creado por Dios a su imagen y semejanza y lo colocó en la tierra para la
extensión de los principios divinos, su desarrollo personal y realización en
sociedad. Todo ser humano tiene derecho de habitar en el planeta y administrarlo
racionalmente. En tales hechos se origina el derecho a la vida y la búsqueda
del bien común. Constituye un derecho igualmente inalienable su aspiración a
contar con un trabajo digno, haciendo suyos sus frutos y adquiriendo propiedad
para sí y para sus herederos teniendo como fin la mejora de su calidad de vida
y el cumplimiento de sus sueños.
El creador dotó a
cada persona de características propias acordes con la imagen y semejanza comprendida
en la doctrina cristiana que el Creador personificó, posteriormente, en la
persona de su hijo Jesucristo, tales como la Dignidad. El humanismo cristiano
establece que todas y cada una de las personas somos seres humanos únicos e
irrepetibles y que nos reconocemos iguales por haber sido creados a imagen y
semejanza de Dios. Por ello, consideramos a la persona como el centro de la
sociedad y como un ser anterior y superior al Estado y al que la economía debe
servir. Reconocemos en cada persona derechos fundamentales que respetar. Esta
misma descripción e identificación que se hace con las personas puede
extenderse a la unicidad y funcionalidad de cada Sistema, Planeta, Continente,
País, Sociedad e Institución. Podemos hallar rasgos semejantes entre los
Sistemas, Planetas, Continentes, Países, Sociedades e Instituciones como ocurre
con las personas, pero cada uno es único e irrepetible.
Las personas somos
seres sociales. Nacemos en una familia, vivimos en una comunidad, participamos
de múltiples organizaciones a lo largo de nuestras vidas. Algunas de esas instituciones,
como la familia son organizaciones naturales de protección y de liderazgo
paternalista. La consideramos la base fundamental de la sociedad porque allí se
forja la personalidad y allí construye el ser humano las relaciones
interpersonales que lo signan por siempre. Otras, son instituciones
jurídicas que representan imperfectamente a la sociedad. A unas y otras las
denominamos Organismos Intermedios.
En ese contexto es
que nace esta idea, donde defino las etapas de la vida de una persona y extendido
posteriormente a una institución y una sociedad.
Existen muchas
teorías filosóficas, científicas y humanísticas que definen las etapas de la
vida de una persona. Sin embargo, quien escribe, las define en los siguientes
términos: “Las etapas de la vida son: la Niñez, la Juventud, la Adultez, la
Ancianidad y la Sobre Ancianidad” cada una con sus características inherentes y
funcionales, así como sus propósitos.
La Niñez es el futuro que ve y observa el
presente y la adopta, voluntaria o
forzada, para sí, la Juventud es el
presente que construye y vive los instantes muchas veces sin razón ni
consciencia de lo que hace, la Adultez
es el primer momento del pasado en el cual imperceptible e irremediablemente se
cosecha lo sembrado en su presente, la Ancianidad
es el segundo momento del pasado que mira con añoro el primer momento y el
presente que dejó, y espera el fin de su vida, y la Sobre Ancianidad el tercer momento del pasado que ha sobrepasado el
estado natural de vida, y que reflexiona sobre su por qué y actúa en base a su
respuesta. A diferencia de las teorías filosóficas, científicas y humanísticas
estas definiciones no tienen orden cronológico ni orden histórico, pues más
bien son de características no estáticas y dinámicas. Además pueden ser extendidas
a entidades institucionales y sociedades, así como a regiones geográficas y
sistemas universales. En todas y cada una de estas etapas pueden distinguirse
tres niveles de voluntades: la voluntad personal, la voluntad profesional y la
voluntad política, entendiéndose la voluntad como los criterios y las
decisiones que se adoptan libre o forzadamente utilizando nuestro libre
albedrío. En el nivel personal somos responsables de lo decidimos como ser
humano, en el nivel profesional somos responsables de lo que hacemos con
nuestra decisión, y en el nivel político somos responsables de lo que
administramos como persona y profesional. Asimismo esto se extiende a las
instituciones y sociedades, las cuales también tienen dichas voluntades
expresadas y representadas por las personas que intervienen en ellas.
En ese sentido,
entonces, la Institución y la Sociedad es el reflejo de nuestras voluntades.
Por lo tanto es válido afirmar que la Nación, el Estado y la Sociedad es el
reflejo de nuestros deseos y de nuestro destino. Y que las etapas en las
que actualmente se halla inmersa son las
mismas etapas por las que están pasando sus dirigentes y sus integrantes.
De modo que la Sociedad
y la Nación que queremos es lo que realmente queremos para nuestras vidas todos
los líderes e integrantes de ellas. Por lo tanto centrémonos en lo que queremos
ser como persona, como profesional y como político.
Como
Persona, nuestros mayores deseos giran en torno a la
satisfacción y a la felicidad. A la
sensación de sentirnos protegidos y seguros para actuar con libertad a favor de
nosotros mismos, nuestro entorno más cercano, que es la familia, y la de poder
servir al prójimo, y en general a nuestros semejantes, en beneficio de la
sociedad.
Como
Profesional, nuestros mayores deseos es poder laborar y
desarrollarnos intelectualmente con el fin de servir efectiva y eficazmente en
el desarrollo y crecimiento de nuestra sociedad para que sus integrantes alcancen
las mismas condiciones de satisfacción y felicidad que nosotros, por ello la
importancia de la Universidad como ente principal de la docencia y de la
enseñanza de modelos de vida.
Como
Político, nuestros mayores deseos es la de administrar
justiciera y equitativamente los
recursos que poseemos, entre los cuales tenemos el tiempo, la familia, el
dinero, la propiedad, y la naturaleza, proveyendo para ello escenarios de
libertad, de confianza y de libre albedrio a fin de que cada integrante de la
sociedad se aboque en la búsqueda de su verdad, de su satisfacción y de su
felicidad.
Por lo explicado, entonces la Sociedad y la Nación
personalizada, profesionalizada y politizada que queremos, debe perseguir y
desear los mismos sueños y las mismas aspiraciones que tenemos nosotros como
personas.
Puesto que nuestro
primer liderazgo ocurre en el escenario familiar, entonces la Sociedad, el
Estado así como la Nación debe verse como una familia donde las Leyes giran en
torno a los Principios de Autoridad Familiar, que emana naturalmente de los
padres de familia, de modo que, en pleno siglo XXI, la Sociedad y la Nación que
queremos debe tener como base la conformación fuerte y sólida de valores y
principios familiares, cuyo fin supremo es la de satisfacer las necesidades y
el desarrollo gradual de sus integrantes.
La vida en
sociedad exige la vigencia de un orden en las relaciones humanas que permita la
convivencia en paz y armonía. Para cumplir tales propósitos los seres humanos
ceden parte de su libertad individual en un contrato social que contiene las
reglas que constituyen los ordenamientos social, político y económico. Dichos
ordenamientos que deben ser respetados por todos sin excepción son
administrados por un ente que representa a la sociedad y que se denomina
Estado.
Como es lógico, en
la medida que las instituciones jurídicas representan a mayores grupos humanos,
se van alejando de la base de la sociedad. Por ello, es necesario que el poder
sea descentralizado y compartido. Los que conformamos la Sociedad y la Nación debemos procurar ordenar ese poder en base al
principio de la PATERNIDAD FAMILIAR, que preconiza lo siguiente: “el organismo
mayor hace su parte y el organismo menor la suya cada una con sus
responsabilidades subyacentes y que el organismo mayor no haga lo que puede
hacer el menor”.
La evolución y
desarrollo de las personas se sustenta en el ejercicio de la libertad y en su
aceptación dentro de la sociedad en su conjunto, pudiendo sus principios e
ideales aunque contrarias a las otras personas ser rebatidas con racionalidad y
respeto. Sin embargo, la evolución de la especie humana ha provocado
desigualdades que impiden el desarrollo de algunos segmentos de la sociedad.
Esa situación genera la obligación moral de los más fuertes de asistir a los
más débiles en ejercicio del principio de familiaridad y solidaridad, que en
ningún caso limita la libertad individual.
Cuando la sociedad
no acude en forma directa en auxilio de los más necesitados, el Estado tiene la
obligación de hacerlo en ejercicio del principio de suplencia.
Adicionalmente, los
desequilibrios sociales deben ser superados mediante la aplicación de criterios
de justicia social. La justicia social es la búsqueda del bienestar
general del cuerpo común del que todos formamos parte. Ello constituye el bien
común. Así, para el que escribe, la justicia social es la búsqueda del bien
común, es decir, la realización y satisfacción de todas y cada una de las
personas dentro de la Sociedad o de la Nación, según el contexto. Así como no
podría afirmarse que una persona está sana si tiene algunos órganos enfermos;
no se entiende el bienestar general si algunos y peor, si muchas personas no
gozan de tal satisfacción y bienestar.
El progreso del
hombre se produce en espiral y exponencialmente. Ello significa que
existen períodos de franco progreso y otros en los cuales se cometen nuevos
errores que aparentan retroceso pero que como etapa sitúan al hombre en un
estadio superior. El proceso como conjunto implica la evolución de la
persona individual y el progreso de la comunidad como generación, de ahí que
exista una responsabilidad individual y una generacional que compete a cada
persona.
La responsabilidad
solidaria es por tanto irrenunciable para la persona que vive en sociedad. Más
aún es deseable, en la medida que se comprenda que genera una suma entre
el que da y el que recibe. Por ejemplo: las empresas requieren de los
consumidores para la colocación de sus productos, los cuales a su vez requieren
tener capacidad adquisitiva, la que se origina en el fruto de su trabajo,
ejercido principalmente en las empresas.
De ahí las
cualidades dignificadoras del hombre y dinamizadoras de la economía que tiene
el trabajo; las primeras porque le permiten cubrir parte de su responsabilidad
solidaria con la sociedad y las segundas porque viabilizan el flujo de bienes y
financiero. Por ello la tensión empresario – trabajador no debiera
devenir nunca en conflicto sino en concertación para lograr que ambos esfuerzos
se sumen en aras del progreso social.
El mundo actual es
uno abierto, global e interdependiente. Valoramos el proceso de la
mundialización porque permite la libre movilidad de las personas, bienes y
capitales, acerca el conocimiento a mayores segmentos de población, rompe
distancias entre los pueblos y reduce el tiempo necesario para equilibrar los
niveles de desarrollo de los países.
Ese proceso debe
permitir no sólo el reacomodo de las sociedades sino también al interior de
éstas de sus clases sociales buscando un nuevo equilibrio que les posibilite
una convivencia armoniosa, pacífica y confiada cuyo fin sea la mejora de la
calidad de vida. El tránsito de sociedades cerradas a sociedades abiertas debe
ser gerenciado y administrado de cara a
los valores permanentes y a los principios universales.
La utilización de
la ciencia y la tecnología al servicio de los objetivos descritos es
imprescindible. En ese sentido, instrumentos como el planeamiento estratégico,
la comunicación en tiempo real, la cibernética, la biotecnología y las ciencias
económicas y sociales deben responder y ser aplicadas para el servicio del
hombre.
Como
previsiblemente la ciencia y la tecnología modificarán las formas tradicionales
de producción y permitirán mayor disponibilidad del tiempo individual y
colectivo, constituye un desafío y una oportunidad destinar el tiempo al
desarrollo espiritual y al cultivo del alma. El impulso a la cultura, al arte,
al deporte y el fortalecimiento de la familia donde la mayor presencia de sus
integrantes en el hogar deben ser privilegiados, estando los padres en la base
de sus actividades como símbolo inherente de protección y de ejemplar virtud.
Rescatamos el
valor integral de la globalización y en cambio consideramos insuficiente la
noción puramente economicista de la globalización, entendida
exclusivamente como la apertura comercial y libre tránsito de capitales.
Por ello, en medio de esta realidad mundial contemporánea, reconocemos el valor
de la universalización de los derechos humanos y los mecanismos internacionales
de protección, pero, rechazamos la pretensión de homogenizar culturalmente todo
el universo. Creemos en la identidad de las naciones y dentro de ellas en la
convivencia armónica de identidades, costumbres y tradiciones locales. Es
indispensable, sin embargo, construir un proyecto nacional de bienestar común
para lograr la evolución armónica y superar el conflicto de las
civilizaciones que tiende a dividir el mundo y a las naciones y que
amenaza la paz. Todas las formas de intolerancia, corrupción y violencia,
especialmente las expresiones del terrorismo familiar (contra el niño,
adolescente y la mujer), nacional o
internacional merecen nuestro repudio y deben ser combatidas hasta su total
erradicación.
Las personas
dentro de la Sociedad y en especial los que conformamos la Universidad tenemos la obligación de proponer a nuestros
compatriotas el diseño y construcción de una visión que recoja nuestras
creencias y nuestras esperanzas. Ese sueño debe convertirse en el plano de
referencia para hacer de nuestra Nación un modelo humanista de convivencia
armoniosa y pacífica.
Finalmente, es
necesario mencionar que para lograr el éxito requerimos que nuestro cuerpo,
nuestra mente y nuestra alma, es decir, la unidad física y espiritual que
somos, se ponga al servicio de nuestro objetivo supremo que es la realización
del ser humano.
B.
VISIÓN DEL PAÍS:
Mi visión personal sobre la nación
peruana es la siguiente:
Vivimos en una nación
gobernada por gente honesta, alegre, contenta y satisfecha por lo que hace,
confiada en las personas e instituciones públicas y privadas, donde los núcleos
familiares viven en armonía, no hay analfabetos, las personas pueden transitar
por las calles caminando o usando un transporte público o privado, a cualquier
hora de la noche, sin ningún peligro para conversar y divertirse, ir algún
centro asistencial, educativo o
comercial, y en los muchos centros de trabajo se laboran en los tres turnos
para producir productos de uso y consumo interno y externo. Vivimos en un país
donde se respira paz y armonía sin ninguna clase de contaminación, donde
convive la justicia, la equidad social y económica, sin ninguna clase de
discriminación racial, sexual, física ni de credos.
Aquí hacemos un punto de quiebre porque en
los últimos 30 años se ha alojado sigilosa e incontrolablemente un fenómeno
delictivo organizado: la CORRUPCIÓN POLÍTICA, que ha degenerado y desvirtuado
todo lo expresado anteriormente. Una definición apropiada para este fenómeno
podría ser: La corrupción política se refiere al mal uso del poder público para conseguir una
ventaja ilegítima, generalmente de forma secreta y privada. El término opuesto
a corrupción política es transparencia. Por esta razón se puede hablar del
nivel de corrupción o de transparencia de un Estado.1
Todos los tipos de gobierno son susceptibles
de corrupción política. Las formas de corrupción varían, pero las más comunes
son el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico
de drogas,
el patrocinio, y también los sobornos, las extorsiones,
los fraudes, la malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, la
cooptación, el nepotismo, la impunidad, y el despotismo. La corrupción facilita
a menudo otro tipo de hechos criminales como el narcotráfico, el lavado de dinero, y la prostitución ilegal; aunque no se
restringe a estos crímenes organizados, y no siempre apoya o protege otros
crímenes.
Una situación de corrupción política sin
restricciones se conoce como cleptocracia, término que
significa literalmente "gobierno por ladrones".
Una evidencia de la corrupción
política se muestra en las elecciones de cargos públicos al interior de un
país. En el Perú, en los últimos 30 años, ha aumentado la cantidad de
Agrupaciones Políticas sin ideologías ni principios coherentes y más de una
docena de candidatos se presentan para una elección municipal, regional,
congresal o presidencial, muchos de ellos profesionalmente no calificados o
inmersos en actos de corrupción y en procesos penales. La historia nos revela
que estos candidatos inicialmente se presentan con propósitos inmaculados de
pureza a favor de la sociedad y la población, pero que en el transcurso del
proceso electoral y del apasionamiento muestran sus verdaderas caretas y otros poseen
una alta escuela de finura y muy elevado nivel de sus capacidades delictivas y
ocultan sus verdaderas intenciones hasta que, tras el triunfo, ponen de manifiesto su oculta y real
intención que persiguen. Por ello,
apelando a la trillada frase “el fin justifica los medios” utilizan un mil
argucias legales e ilegales de compra de votos y de consciencias, jugando
muchas veces con la necesidad y el dolor
de la ciudadanía. Una población, a veces ignorante, que voluntaria y
deliberadamente olvida su historia o que inmersa en su mundo de necesidades y
dolores, con total pasividad es llevada por cualquier viento de doctrina,
preconizadas por expertos verbales, codiciosos personajes y lascivos poderes atrapan
deliberadamente a su víctima electoral.
La corrupción, pues, tiene dos
protagonistas principales: el corruptor y el corruptivo. Aquí es donde
pretendemos romper la interrelacionalidad e interdependencia de estos dos
elementos, a través del uso de la Tecnología Científica e Informática: La
LÓGICA DIFUSA. Todos sabemos que en cada
proceso electoral los Movimientos, Agrupaciones y Partidos Políticos y sus candidatos,
en sus diversas instancias y niveles, se preparan política, social y económicamente
para este magno evento. A ello agregamos la preparación verbal capaz de engañar
y soslayar la información y lo presentan en forma maquillada, pero en el fondo
son medias verdades. Las aplicaciones de estas medias verdades son más dañinas
que las mismas mentiras. En ese escenario electoral participan no sólo
candidatos sino los electores, empezando una negociación colectiva donde se
compran voluntades y consciencias con el único objetivo de lograr beneficios altamente
rentables. La Lógica Difusa; así como las Redes Neuronales Artificiales, los
Sistemas Expertos, la Robótica; es una parte de la Inteligencia Artificial que
procura imitar el lenguaje del ser humano y su forma de pensar y razonar, es
decir procura imitar su estado conductual ante determinados escenarios y
situaciones. A través de la Lógica Difusa y con el complemento de la Teoría de
Juegos de Negociación y del Análisis Global de Datos, puede diseñarse un
Sistema Inteligente capaz de seleccionar personal idóneo para un cargo empresarial
y público, sin la participación directa de las personas, agente principal de
corrupción.
Para ello, se crea en forma
virtual y ficticia un “líder perfecto” y a través de la Lógica Difusa se miden
los rendimientos y las conductas de los candidatos ante diversas situaciones,
propias del quehacer político, y se elige al que más se aproxime al Líder
Virtual. Por supuesto que para no dejar de lado totalmente a los electores, se
incorpora el Sufragio Facultativo, con la finalidad de seguir alimentando la
base de datos del Sistema a crearse. Con ello, se espera que la Corrupción que
rodea a los comicios electorales sea reducida hasta prácticamente eliminarla.
Esto continuará.....
5 comentarios:
Actualmente nos encontramos sumidos en el miedo, ansiedad, decepción, etc. Coincido que el país está envuelto de un mal que impide alejarse de aquel círculo de desigualdad, pobreza, exclusión, inseguridad entre otros, La corrupción. Hemos llegado al extremo de la permisividad, eligiendo personas corruptas para cargos públicos aun conociendo ello.
Este problema nos concierne a todos los peruanos, nuestro día a día se ve marcado por los efectos que esta genera, falta de políticas que solucionen los problemas sociales y que limitan nuestra expresión como ser humano, ya sea como aspiraciones, decisiones y participación. Es necesario para combatir tal problema la instauración de principios morales en los agentes de socialización como la familia, que todos como nación persigamos un objetivo y seamos más consientes en nuestras decisiones; así mismo nuestras instituciones deben estar fortalecidas y regidas al margen de la justicia y transparencia para garantizar un adecuado desarrollo de nuestra actividad. Soy consciente que vemos la mejora de nuestra sociedad como algo utópico, pero no podemos estar al margen de ello, un sueño nunca se lograra sino podemos de nuestra parte en el proceso, cada uno de nosotros somos participe de este destino, está en nuestras decisiones poder iniciar el cambio. La aplicación de la tecnología artificial para poder elegir mejor a nuestros gobernantes sería una buena alternativa como solución, dándonos una visión acerca de nuestra elección, pero en el país tenemos el problema que aun sabiendo la intencionalidad y los fines lejos del bien común que tienen los aspirantes al poder, estos tienen respaldo de la población que ve la política en general como corrupta, esto debido a la falta de alternativas que encuentra.
casaverde C.E.
En primer lugar teniendo en cuenta lo planteado en el articulo sobre los principios para el debido funcionamiento de la sociedad y el Estado concordamos que estos no pueden ser modificados se da por propia naturaleza, es nuestro objetivo hacerlo lo más factible.
Por otro lado ya mencionado que las personas somos seres sociales, esto es la base para entender las relaciones sociales y políticas de un comunidad, distrito, país, etc. Además como se menciona el ser humano sufre etapas que son inevitables y esta en cada uno mejorar el futuro par las nuevas generaciones, cabe resaltar que estamos en un mudo globalizado en donde las comunicaciones e informaciones han sufrido cambios drásticos donde se puede saber las noticias de "último minuto" y averiguar sobre tópicos no antes leídos con lo que lleva a la persona en busca de nuevas oportunidades en el ámbito profesional, personal y político.
En relación al a visión de el ideal de un país es bien descrito por el autor, pero aquí llegamos a un punto muy discutido y comentado en la sociedad la corrupción, ese mal que nos persigue desde tiempo atrás como sociedad y nación, se da en todos los ámbitos pero principalmente en la política donde se abusa del poder para poder sacar el máximo beneficio personal, siendo fundamental que un hombre político busque el bien común, esto exaltaría las cualidades del político que lamentablemente no tenemos en le país actualmente, por eso el autor plantea el concepto de lógica difusa para poder reducir al mínimo la corrupción lo cual es un propuesta válida que debe ser sustentada ante la sociedad.
Reategui F.
En mi opinión la Lógica Difusa es una gran alternativa de solución a nuestro problema de corrupción que tenemos cada vez que se dan procesos electorales en el Perú, tener la posibilidad de poder poner personas idóneas en los cargos públicos más afectados por la corrupción ayudaría mucho a mejorar nuestro sistema electoral, que en los últimos años presenta lamentables estadísticas por ejemplo en el 2014 se supo que más del 90% de los alcaldes del Perú están siendo investigados por corrupción (lavado de dinero, compra de votos, entre otros casos), todo esto suma a que nuestra sociedad no vea con buenos ojos nuestra política, tenga desconfianza en nuestras instituciones tanto públicas como privadas, etc.
Por lo tanto poder implementar la Lógica Difusa en nuestro sistema electoral sin duda traería muchos beneficios y con ello un gran cambio, ya que las personas que postulen a ser alcaldes, ministros , presidente ya no solo serán elegidos por su oratoria, simpatía o por tener mucha capacidad de influir en la decisión de las personas porque la Lógica Difusa no solo podría señalar a personas honestas sino señalar personas con capacidades, actitudes, aptitudes para cada cargo público o privado específico, así podemos seleccionar a las personas más capaces de solucionar los problemas presentes y del futuro que tenemos en nuestro país; y lo mejor es que nuestro voto no lo dejaría de lado ya que se puede incorporar aquella información en la base de datos de la Lógica Difusa y así participaríamos de la selección de aquel sistema.
Atte: Juan Carlos Nuñez
Hablar de politica, siempre ha sido polemico en el Peru, ya que la naturaleza de nuestra sociedad siempre ha sido convenenciera. Creo con esto expueto,que la vision del autor de un gobierno correcto,sin ningun tipo de acto delictivo o corrupto es muy ideal, y que significaria perjudicar a algunos para que otros se beneficien
Respecto al documento se podría concluir que el exceso de poder en cualquier aspecto es malicioso para la sociedad es por ello que en el estado se debe ejercer el control entre poderes un punto para resaltar sería el principio de la paternidad donde cada uno hace lo que le corresponde y no más viendo desde ese punto de vista si todos hacemos lo que nos corresponde en el lugar que nos encontremos el país podrá llegar al equilibrio donde todas sus partes interactuan entre sí y donde la acción correcta de uno obligaría a los demás a una reacción similar.
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