viernes, 17 de julio de 2015

LA SOCIEDAD, LA UNIVERSIDAD Y EL RECTOR QUE QUEREMOS


El presente artículo es de libre circulación y contiene ideas personales, muy discutibles, debatibles y rebatibles por cierto, que pretenden encender la mecha de nuestros más ocultos pensamientos filosóficos y humanísticos, y despertarnos del letargo observacional de nuestra comodidad y conformismo en el cual estamos sumidos o  que hemos adoptado por voluntad propia o forzada, y llevarnos hacia los más recónditos y encendidos debates y comentarios sobre la razón de ser de la vida en sociedad  y su desarrollo a lo largo de nuestra historia, entre las que se encuentra el tema de la universidad.

En el desarrollo del mismo, se procura utilizar algunos principios, que creo yo, son de vital importancia para llegar a buen puerto. Entendiéndose la palabra PRINCIPIO, en mi opinión personal, como una “Ley natural que ningún ser humano puede controlar ni modificar”.  Algunos de estos principios mencionados sin orden preferencial, son:

1.    Principio de la Racionalidad
2.    Principio de la Familiaridad
3.    Principio del Equilibrio
4.    Principio de la Autoridad
5.    Principio de la Gradualidad
6.    Principio del Buen Orden



A.   HISTORIA:
El hombre fue creado por Dios a su imagen y semejanza y lo colocó en la tierra para la extensión de los principios divinos, su desarrollo personal y realización en sociedad. Todo ser humano tiene derecho de habitar en el planeta y administrarlo racionalmente. En tales hechos se origina el derecho a la vida y la búsqueda del bien común. Constituye un derecho igualmente inalienable su aspiración a contar con un trabajo digno, haciendo suyos sus frutos y adquiriendo propiedad para sí y para sus herederos teniendo como fin la mejora de su calidad de vida y el cumplimiento de sus sueños.
El creador dotó a cada persona de características propias acordes con la imagen y semejanza comprendida en la doctrina cristiana que el Creador personificó, posteriormente, en la persona de su hijo Jesucristo, tales como la Dignidad. El humanismo cristiano establece que todas y cada una de las personas somos seres humanos únicos e irrepetibles y que nos reconocemos iguales por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios. Por ello, consideramos a la persona como el centro de la sociedad y como un ser anterior y superior al Estado y al que la economía debe servir. Reconocemos en cada persona derechos fundamentales que respetar. Esta misma descripción e identificación que se hace con las personas puede extenderse a la unicidad y funcionalidad de cada Sistema, Planeta, Continente, País, Sociedad e Institución donde se encuentra la Universidad. Podemos hallar rasgos semejantes entre los Sistemas, Planetas, Continentes, Países, Sociedades e Instituciones como ocurre con las personas, pero cada uno es único e irrepetible.
Las personas somos seres sociales. Nacemos en una familia, vivimos en una comunidad, participamos de múltiples organizaciones a lo largo de nuestras vidas. Algunas de esas instituciones, como la familia son organizaciones naturales de protección y de liderazgo paternalista. La consideramos la base fundamental de la sociedad porque allí se forja la personalidad y allí construye el ser humano las relaciones interpersonales que lo signan por siempre.  Otras, son instituciones jurídicas que representan imperfectamente a la sociedad. A unas y otras las denominamos Organismos Intermedios.
En ese contexto es que nace esta idea, donde defino las etapas de la vida de una persona y extendido posteriormente a una institución y una sociedad.
Existen muchas teorías filosóficas, científicas y humanísticas que definen las etapas de la vida de una persona. Sin embargo, quien escribe, las define en los siguientes términos: “Las etapas de la vida son: la Niñez, la Juventud, la Adultez, la Ancianidad y la Sobre Ancianidad” cada una con sus características inherentes y funcionales, así como sus propósitos.
La Niñez es el futuro que ve y observa el presente  y la adopta, voluntaria o forzada, para sí, la Juventud es el presente que construye y vive los instantes muchas veces sin razón ni consciencia de lo que hace, la Adultez es el primer momento del pasado en el cual imperceptible e irremediablemente se cosecha lo sembrado en su presente, la Ancianidad es el segundo momento del pasado que mira con añoro el primer momento y el presente que dejó, y espera el fin de su  vida, y la Sobre Ancianidad el tercer momento del pasado que ha sobrepasado el estado natural de vida, y que reflexiona sobre su por qué y actúa en base a su respuesta. A diferencia de las teorías filosóficas, científicas y humanísticas estas definiciones no tienen orden cronológico ni orden histórico, pues más bien son de características no estáticas y dinámicas. Además pueden ser extendidas a entidades institucionales y sociedades, así como a regiones geográficas y sistemas universales. En todas y cada una de estas etapas pueden distinguirse tres niveles de voluntades: la voluntad personal, la voluntad profesional y la voluntad política, entendiéndose la voluntad como los criterios y las decisiones que se adoptan libre o forzadamente utilizando nuestro libre albedrío. En el nivel personal somos responsables de lo decidimos como ser humano, en el nivel profesional somos responsables de lo que hacemos con nuestra decisión, y en el nivel político somos responsables de lo que administramos como persona y profesional. Asimismo esto se extiende a las instituciones y sociedades, las cuales también tienen dichas voluntades expresadas y representadas por las personas que intervienen en ellas.
En ese sentido, entonces, la Institución y la Sociedad es el reflejo de nuestras voluntades. Por lo tanto es válido afirmar que la Universidad y la Sociedad es el reflejo de nuestros deseos y de nuestro destino. Y que las etapas en las que  actualmente se halla inmersa son las mismas etapas por las que están pasando sus dirigentes y sus integrantes.
De modo que la Sociedad y la Universidad que queremos es lo que realmente queremos para nuestras vidas todos los líderes e integrantes de ellas. Por lo tanto centrémonos en lo que queremos ser como persona, como profesional y como político.
Como Persona, nuestros mayores deseos giran en torno a la satisfacción y  a la felicidad. A la sensación de sentirnos protegidos y seguros para actuar con libertad a favor de nosotros mismos, nuestro entorno más cercano, que es la familia, y la de poder servir al prójimo, y en general a nuestros semejantes, en beneficio de la sociedad.
Como Profesional, nuestros mayores deseos es poder laborar y desarrollarnos intelectualmente con el fin de servir efectiva y eficazmente en el desarrollo y crecimiento de nuestra sociedad para que sus integrantes alcancen las mismas condiciones de satisfacción y felicidad que nosotros, por ello la importancia de la Universidad como ente principal de la docencia y de la enseñanza de modelos de vida.
Como Político, nuestros mayores deseos es la de administrar justiciera y  equitativamente los recursos que poseemos, entre los cuales tenemos el tiempo, la familia, el dinero, la propiedad, y la naturaleza, proveyendo para ello escenarios de libertad, de confianza y de libre albedrio a fin de que cada integrante de la sociedad se aboque en la búsqueda de su verdad, de su satisfacción y de su felicidad.
Por lo explicado, entonces la Sociedad y la Universidad personalizada, profesionalizada y politizada que queremos, debe perseguir y desear los mismos sueños y las mismas aspiraciones que tenemos nosotros como personas.
Es decir la Sociedad como Persona,  debe girar en torno a la satisfacción y  a la felicidad de sus integrantes. A la sensación de sentirse protegido y seguro para actuar con libertad a favor de la misma sociedad y de otras sociedades de su entorno más cercano, a fin de desarrollarse y asegurar una convivencia pacífica y armoniosa entre los pueblos. Como Profesional, la sociedad debe permitir el desarrollo intelectual de sus integrantes a fin de que se alcance un mayor nivel de servicio efectivo y eficaz  en el desarrollo y crecimiento de sus integrantes y se generan nuevos y mejores modelos de vida. Como Político, la sociedad debe procurar la administración equitativa de justicia y  la supervisión y control del Estado, así como la erradicación de todo acto de corrupción.
En el caso de la Universidad como Persona,  debe ser el centro de la comunicación de ideas entre sus integrantes en áreas filosóficas, científicas y tecnológicas a fin de satisfacer y dar respuestas a las diferentes interrogantes y curiosidades que la sociedad tiene sobre la vida. Como Profesional, la universidad debe desarrollar y promover e incentivar la investigación como razón de ser. Estas investigaciones tienen que estar relacionadas con el desarrollo y crecimiento de la sociedad. Como Político, la universidad es el paso inicial obligatorio que debe seguir y regir la actividad política nacional, en donde se demuestre la eficacia y la efectividad de la administración de los recursos universitarios amanera de un pequeño Estado, por ello se justifica su autonomía.
Puesto que nuestro primer liderazgo ocurre en el escenario familiar, entonces la Sociedad como la Universidad debe verse como una familia donde las Leyes giran en torno a los Principios de Autoridad Familiar, que emana naturalmente de los padres de familia, de modo que, en pleno siglo XXI, la Sociedad y la Universidad que queremos debe tener como base la conformación fuerte y sólida de valores y principios familiares, cuyo fin supremo es la de satisfacer las necesidades y el desarrollo gradual de sus integrantes.
La vida en sociedad exige la vigencia de un orden en las relaciones humanas que permita la convivencia en paz y armonía. Para cumplir tales propósitos los seres humanos ceden parte de su libertad individual en un contrato social que contiene las reglas que constituyen los ordenamientos social, político y económico. Dichos ordenamientos que deben ser respetados por todos sin excepción son administrados por un ente que representa a la sociedad y que se denomina Estado.
Como es lógico, en la medida que las instituciones jurídicas representan a mayores grupos humanos, se van alejando de la base de la sociedad. Por ello, es necesario que el poder sea descentralizado y compartido. Los que conformamos la Sociedad y la Universidad debemos procurar ordenar ese poder en base al principio de la PATERNIDAD FAMILIAR, que preconiza lo siguiente: “el organismo mayor hace su parte y el organismo menor la suya cada una con sus responsabilidades subyacentes y que el organismo mayor no haga lo que puede hacer el menor”.
La evolución y desarrollo de las personas se sustenta en el ejercicio de la libertad y en su aceptación dentro de la sociedad en su conjunto, pudiendo sus principios e ideales aunque contrarias a las otras personas ser rebatidas con racionalidad y respeto. Sin embargo, la evolución de la especie humana ha provocado desigualdades que impiden el desarrollo de algunos segmentos de la sociedad. Esa situación genera la obligación moral de los más fuertes de asistir a los más débiles en ejercicio del principio de familiaridad y solidaridad, que en ningún caso limita la libertad individual.
Cuando la sociedad no acude en forma directa en auxilio de los más necesitados, el Estado tiene la obligación de hacerlo en ejercicio del principio de suplencia.
Adicionalmente, los desequilibrios sociales deben ser superados mediante la aplicación de criterios de justicia social.  La justicia social es la búsqueda del bienestar general del cuerpo común del que todos formamos parte. Ello constituye el bien común. Así, para el que escribe, la justicia social es la búsqueda del bien común,  es decir, la realización y satisfacción de todas y cada una de las personas dentro de la Sociedad o de la Universidad, según el contexto. Así como no podría afirmarse que una persona está sana si tiene algunos órganos enfermos; no se entiende el bienestar general si algunos y peor, si muchas personas no gozan de tal satisfacción y bienestar.
El progreso del hombre se produce en espiral y exponencialmente.  Ello significa que existen períodos de franco progreso y otros en los cuales se cometen nuevos errores que aparentan retroceso pero que como etapa sitúan al hombre en un estadio superior.  El proceso como conjunto implica la evolución de la persona individual y el progreso de la comunidad como generación, de ahí que exista una responsabilidad individual y una generacional que compete a cada persona.
La responsabilidad solidaria es por tanto irrenunciable para la persona que vive en sociedad. Más aún es deseable, en la medida que se comprenda que genera una suma  entre el que da y el que recibe.  Por ejemplo: las empresas requieren de los consumidores para la colocación de sus productos, los cuales a su vez requieren tener capacidad adquisitiva, la que se origina en el fruto de su trabajo, ejercido principalmente en las empresas.
De ahí las cualidades dignificadoras del hombre y dinamizadoras de la economía que tiene el trabajo; las primeras porque le permiten cubrir parte de su responsabilidad solidaria con la sociedad y las segundas porque viabilizan el flujo de bienes y financiero.  Por ello la tensión empresario – trabajador no debiera devenir nunca en conflicto sino en concertación para lograr que ambos esfuerzos se sumen en aras del progreso social.
El mundo actual es uno abierto, global e interdependiente. Valoramos el proceso de la mundialización porque permite la libre movilidad de las personas, bienes y capitales, acerca el conocimiento a mayores segmentos de población, rompe distancias entre los pueblos y reduce el tiempo necesario para equilibrar los niveles de desarrollo de los países.
Ese proceso debe permitir no sólo el reacomodo de las sociedades sino también al interior de éstas de sus clases sociales buscando un nuevo equilibrio que les posibilite una convivencia armoniosa, pacífica y confiada cuyo fin sea la mejora de la calidad de vida. El tránsito de sociedades cerradas a sociedades abiertas debe ser gerenciado y administrado  de cara a los valores permanentes y a los principios universales.
La utilización de la ciencia y la tecnología al servicio de los objetivos descritos es imprescindible. En ese sentido, instrumentos como el planeamiento estratégico, la comunicación en tiempo real, la cibernética, la biotecnología y las ciencias económicas y sociales deben responder y ser aplicadas para el servicio del hombre.
Como previsiblemente la ciencia y la tecnología modificarán las formas tradicionales de producción y permitirán mayor disponibilidad del tiempo individual y colectivo, constituye un desafío y una oportunidad destinar el tiempo al desarrollo espiritual y al cultivo del alma. El impulso a la cultura, al arte, al deporte y el fortalecimiento de la familia donde la mayor presencia de sus integrantes en el hogar deben ser privilegiados, estando los padres en la base de sus actividades como símbolo inherente de protección y de ejemplar virtud.
Rescatamos el valor integral de la globalización y en cambio consideramos insuficiente la noción puramente economicista de la globalización, entendida  exclusivamente como la apertura comercial y libre tránsito de capitales. Por ello, en medio de esta realidad mundial contemporánea, reconocemos el valor de la universalización de los derechos humanos y los mecanismos internacionales de protección, pero, rechazamos la pretensión de homogenizar culturalmente todo el universo. Creemos en la identidad de las naciones y dentro de ellas en la convivencia armónica de identidades, costumbres y tradiciones locales. Es indispensable, sin embargo, construir un proyecto nacional de bienestar común para lograr la evolución armónica  y superar el conflicto de las civilizaciones que tiende a dividir el mundo y  a las naciones  y que  amenaza la paz. Todas las formas de intolerancia y violencia, especialmente las expresiones del terrorismo familiar (contra el niño, adolescente y la mujer),  nacional o internacional merecen nuestro repudio y deben ser combatidas hasta su total erradicación.
Las personas dentro de la Sociedad y en especial los que conformamos la Universidad  tenemos la obligación de proponer a nuestros compatriotas el diseño y construcción de una visión que recoja nuestras creencias y nuestras esperanzas. Ese sueño debe convertirse en el plano de referencia para hacer de nuestra Nación un modelo humanista de convivencia armoniosa y pacífica.
Finalmente, es necesario mencionar que para lograr el éxito requerimos que nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra alma, es decir, la unidad física y espiritual que somos, se ponga al servicio de nuestro objetivo supremo que es la realización del ser humano.

B.    VISIÓN DEL PAÍS:

Mi visión personal sobre la nación peruana es la siguiente:

Vivimos en una nación gobernada por gente honesta, alegre, contenta y satisfecha por lo que hace, confiada en las personas e instituciones públicas y privadas, donde los núcleos familiares viven en armonía, no hay analfabetos, las personas pueden transitar por las calles caminando o usando un transporte público o privado, a cualquier hora de la noche, sin ningún peligro para conversar y divertirse, ir algún centro asistencial,  educativo o comercial, y en los muchos centros de trabajo se laboran en los tres turnos para producir productos de uso y consumo interno y externo. Vivimos en un país donde se respira paz y armonía sin ninguna clase de contaminación, donde convive la justicia, la equidad social y económica, sin ninguna clase de discriminación racial, sexual, física ni de credos.

Para ello, creemos en un nacionalismo protectoral con un desarrollo a escala humana y justicia social en un estado descentralista para formar una nueva república, donde se valore  nuestro pasado, por su aporte civilizador, siendo el Perú una continuidad histórica. Reconociendo las culturas prehispánicas y el mestizaje como fuentes inspiradoras de nuestro nacionalismo androcéntrico (defiende las libertades de los hombres sin proteger explìcitamente las de las mujeres), que en el Principio de Género se corrige, sin menoscabar los Principios Universales que Dios estableció y determinó. Donde se desarrolle la sociedad peruana generadora de riqueza con equidad y modernidad, con la creación de empresas estatales y cooperativas estratégicas, aprovechando nuestra ubicación ecológica, singular y privilegiada a nivel planetario y en base a nuestra megadiversidad de recursos naturales de alto valor; donde el Estado moderno, debe constituir el motor de desarrollo y ser el auténtico defensor de nuestros intereses nacionales soberanos.

Asimismo que el estado, la sociedad y en particular la Universidad, deben desarrollar un “Proyecto Nacional”, singular e histórico, en base a objetivos nacionales para establecer políticas de Estado a largo plazo, respecto al empleo, tecnología, inversiones nacionales y extranjeras, fomento de la producción, apoyo a la pequeña, mediana y gran empresa nacional, Reforma del Estado y de la Administración Pública, políticas sectoriales en la agricultura, pesquería, industria, uso de los recursos naturales, turismo, minería, hidrocarburos, electricidad, telecomunicaciones, agua transporte, vivienda, salud, seguridad social, educación para todos y de calidad, todo ello en un ámbito de protección y confianza entre los protagonistas. Esto conllevará en el mediano y largo plazo a diseñar, construir e implementar una sociedad del conocimiento, sustentada en una universidad del conocimiento donde se revalorice el Capital Intelectual inmersa en ella. Por ello el rol de la Universidad dentro de la Sociedad debe ser protagónica y no meramente observadora del destino nacional.

Puesto que la institución es el reflejo de las voluntades personales, profesionales y políticas de sus integrantes, entonces se requiere que sus directivos sean investigadores voluntarios e innatos que sepan gobernarse y administrarse primero a sí mismos y luego que sepan administrar y gobernar gradualmente a sociedades de distintas dimensiones, desde una familia hasta una nación, pasando obviamente por la Universidad.

Somos una sociedad multiétnica, pluricultural y mestiza, donde debe haber respeto y mayores oportunidades para todos los que forman parte de la sociedad peruana. Promover “Fronteras Vivas”, establecer una política cultural interna y externa en beneficios de los peruanos residentes en el extranjero. Esto mismo ocurre al interior de la universidad, por lo que ella también debe promover el respeto entre sus integrantes, las fronteras vivas entre sus facultades y unidades académicas que beneficien a toda la comunidad universitaria.

Así como la inserción del Perú en la globalización, debe asumirse con vocación humanista, identidad, desarrollo, integración nacional, capacidad, calidad y creatividad competitiva, para garantizar mejores condiciones y beneficios a los peruanos, la Universidad debe insertarse al interior de las actividades científicas,  tecnológicas y sociales con vocación humanista e integradora, con capacidad, calidad y creatividad competitiva a fin de garantizar mejores condiciones de vida para la sociedad.  

C.    CONCLUSIÒN

Consecuente con lo declarado en el presente artículo la Sociedad y la Universidad que queremos tienen que ver con el estilo de vida que queremos para nosotros mismos y para nuestro entorno más cercano, nuestra familia y como la institución es el reflejo de las voluntades personales, profesionales y políticas de sus integrantes y sobretodo de sus dirigentes, entonces el Rector que queremos tiene los mismos requisitos que nosotros debemos cumplir. La Sociedad y la Universidad como un mini Estado así como sus dirigentes deben procurar ser como un estado de identidad  nacional, democrático, humanista, participativo, pluricultural, multiétnico, promotor, solidario y descentralista, en todas sus actividades y decisiones propias y que en conjunto con otras instituciones de similares estructuras deben contribuir en la creación en el país una verdadera cultura humanista perfectamente diferenciada de las propuestas políticas tradicionales, planteando las siguiente tesis:

Primera: El objetivo principal del trabajo universitario es la lucha por la construcción de una Universidad Protectoral de identidad  nacional, democrático, humanista, participativo, pluricultural, multiétnico, promotor, solidario y descentralista, garante de los derechos políticos, económicos, sociales y culturales de la comunidad Universitaria.

Segundo: La Responsabilidad histórica de la UNIVERSIDAD PERUANA es trabajar por el desarrollo de una sociedad peruana moderna, integracionista y tolerante, convocando a la conformación de un frente amplio de investigación con miras a crear una Universidad del Conocimiento donde se desarrolle la Economía del Conocimiento como base de una Sociedad del Conocimiento, resultado de un gran acuerdo con las fuerzas políticas progresistas e innovadoras, trabajadores, técnicos, profesionales, empresarios, escolares, universitarios, organizaciones sociales y populares y de la sociedad civil en general, que asuman la obligación de construir una Democracia integral Plural y Participativa con Justicia Social.

Tercera: El Compromiso prioritario de la Universidad es trabajar con los sectores sociales, productivos, intelectuales y del pueblo, excluidos, marginados, discriminados, lo que no son considerados en el modelo neoliberal, de acumulación parasitaria y contrario al interés nacional.

Cuarta: Promover una auténtica Reforma Educativa Básica Regular y Superior, priorizando fundamentalmente la Investigación y la producción de conocimiento científico, tecnológico y de ciencias sociales, para tener bienes y servicios de calidad; una distribución equitativa de los ingresos, con acceso universal y gratuito, sin discriminación, especialmente de los niños y adultos en extrema pobreza; desarrollando un compromiso de solidaridad compartida para alcanzar los propósitos sociales del país. Así como el control y regulación de las instituciones públicas locales, regionales y nacionales.

Quinta: Desarrollar la política nacional de defensa y protección de los recursos naturales, integridad del país y protección del trabajador y de la población en general, frente al abuso de libre mercado, fortaleciendo la capacidad reguladora y productiva del Estado, que permita detener la indiscriminada e incondicional carrera privatizadora y/o monopolizadora, sobre los recursos naturales estratégicos. Así como la aplicación correcta y justa de la Ley de Oferta y Demanda y de la Libre Competencia.

Sexta: Velar por el respeto absoluto a los derechos de los trabajadores al interior de la Universidad y de la Sociedad, promoviendo más y mejores empleos productivos, para erradicar el desempleo y subempleo.

Séptima: Desarrollar políticas de inversión, mecanismos de apoyo comercial y financiero, capacitación y asistencia técnica para el desarrollo prioritario agropecuario e industrial, fortalecimiento la Micro, Pequeña y Mediana Empresa, con cadenas productivas y tecnológicas, por tener gran capacidad de generación de empleo y permitir la democratización de la estructura productiva del país.

Octava: Luchar contra la corrupción al interior de los claustros universitarios, velar por la defensa de la verdad y la justicia en materia de Derechos Humanos.

Novena: El inicio de una verdadera refundación de la UNIVERSIDAD y de la SOCIEDAD se hará efectivo mediante el desarrollo y ejecución de un Plan Estratégico Institucional que convertirá a nuestra Sociedad y a la Universidad en una alternativa de gobierno participativo con responsabilidad social y  democrática.

D.   VISION INTERNACIONAL:

Mundialización y Globalización, dos aspectos de una realidad internacional. El primero marca el nuevo periodo histórico y, el segundo, la etapa que vivimos. La primera, está referida a la creciente humanización de los crecimientos, cultura, civilización y capacidad de intervención en la evolución; y. la segunda, al surgimiento de un mundo unipolar.

Desde 1991, vivimos la etapa de la globalización, que marca el fin de la Era Bipolar, que enfrentaba al sistema socialista y capitalista. Ambas formas sociales han sido asimiladas para el desarrollo y progreso de las sociedades; y, actualmente ha surgido un sistema mixto, que establece la convergencia de dos vías a una sociedad.

La globalización corresponde  a la etapa de post Guerra-Fría, que se manifiesta como un mundo unipolar liderado por los Estados Unidos y, por otro lado, el desarrollo de integraciones regionales; las que se expresan con las manifestaciones siguiente:

EN LO ECONÓMICO: No hay una confrontación entre las grandes potencias por sus zonas de influencia, ya que estas resuelven sus contradicciones por la vía de la negociación en el “Grupo de los 8” ò en la reuniones anuales de Davos (Suiza), de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y en otras esferas, internacionales, excluyentes de los demás países.

En este contexto, se ha establecido una estructura de redes comerciales y políticas bilaterales de negociación con el predominio de un sistema financiero basado en derivadas.  Para la UNIVERSIDAD, impulsar el avance civilizador significa fortalecer las estrategias de integración en base a la productividad y la simetría, superando lo especulativo, parasitario y destructor de las economías nacionales.

EN LO POLÌTICO: Se pone en marcha una cierta democracia con rasgos occidentales y  orientales, con Unidades Académicas, Consejos Universitarios y Asambleas Universitarias con equilibrio de poderes; elecciones universales, grupos políticos democráticos al interior de la Universidad, defensa de los derechos humanos, libertad de expresión y de cátedra y un estado de derecho entre todos sus integrantes.

La UNIVERSIDAD PERUANA, tiene el deber de democratizar estas conquistas, para beneficio de todos los universitarios y así su aplicación sea más auténtica.

EN LO CIENTÌFICO – TECNOLÒGICO: Existe un desarrollo cada vez más y de mayor profundidad acelerados a mediados de la década del 70 (Siglo XX), en los campos de la era espacial y nuevas fronteras tecnológicas aplicadas al conjunto de actividades humanas. La concentración de patentes en pocos países y las grandes inversiones destinadas para afianzar el predominio del conocimiento, son un factor decisivo del progreso y generación de riqueza, como también lo es de dominio y exclusión. Para la UNIVERSIDAD PERUANA, superar la brecha científica y   tecnológica y a su vez superar la brecha discriminativa entre Instituciones Educativas estatales y privadas es un reto institucional.

Los países que lideran el mercado mundial proclaman la libertad de comercio aunque modifican aranceles para defender sus economías e internamente otorgan subsidios a sus productos agrícolas, para que se favorezcan y hacer de los países en desarrollo, importadores de productos industrializados, de inversiones, de tecnología, de armamento e inclusive de alimentos. Para las sociedades de las grandes potencias, se tiene un diseño y una práctica económica de amplio beneficio y opulencia; en cambio, para los países pequeños y medianos, se pregona las bondades de un “modelo neoliberal” que sus economías, se aplica verticalmente, con resultados nefastos. En las sociedades desarrolladas los paradigmas del neoliberalismo no se aplican, ya que están reservados para los países en desarrollo. El “modelo neoliberal” que se aplica desde 1980, sustenta paradigmas y recetas ya agotadas.

La aplicación del “modelo neoliberal” diseñado por la oligarquía financiera internacional e impuesto por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, conllevan a la privatización de la empresas públicas en los países pequeños y medianos, para enriquecerse y beneficiar a sus sociedades. El pago de la deuda externa, la reducción del aparato estatal y de la inversión destinada  al desarrollo de una economía física e infraestructura e incluso la atención de los sectores populares, son mecanismos y expresión de estos intereses. La pavimentación ha contribuido mucho a propiciar la corrupción y trae consigo desocupación, despido masivo, inestabilidad laboral y el crecimiento de la pobreza.

La división internacional del trabajo, establece condiciones para que los pequeños y medianos países profundicen su dependencia y prosigan su condición de exportadores de materias primas y de algunos productos con valor agregado. De esta forma, el Perú desde la conquista española  en el siglo XVI hasta el presente, sigue siendo solo exportador de materias primas.

La globalización beneficia a las grandes potencias y compañías multinacionales, lo que es rechazado anualmente por el llamado “FORO DE PORTO ALEGRE”, donde  a su vez, los gobiernos de países como los nuestros, han venido dejando de lado al sector estatal, la educación de calidad y la defensa de sus recursos naturales. Esta situación ha dado  lugar a niveles agudos de confrontación, desde el 11 de setiembre del 2001, donde Estados Unidos y otros estados acentúan

Tendencias belicistas e internacionalistas, pasando por encima de las decisiones del Consejo de Seguridad de la ONU, en oposición al orden jurídico internacional.

La globalización, está orientada a la relación del dominio del planeta, hacia lo económico y la cultura, que concibe al hombre como un "homo económicus" - concepto utilizado en la escuela neoclásica de economía para modelizar el comportamiento humano. Esta representación teórica se comportaría de forma racional ante estímulos económicos siendo capaz de procesar adecuadamente la información que conoce y actuar en consecuencia.

La mundialización es una realidad inevitable del progreso humano y que en esta nueva etapa de acumulación capitalista, predomina el beneficio de las grandes potencias, pero en este contexto, de acuerdo a cada sociedad y su clase  dirigente, se ha hecho posible el logro de avances en el desarrollo, bienestar y progreso humano.

En este panorama internacional, La UNIVERSIDAD PERUANA, propone adoptar nuevas relaciones  educativas, financiero, tecnológicas internacionales y una política de bloques, fortaleciendo la integración latinoamericana.

La participación autónoma de las Universidades Peruanas y de sus pares de los países de América Latina, en la investigación y creación de conocimientos con los países que lideran en el mercado mundial, conduce los diversos compromisos que permiten una inserción más creciente en el mercado mundial y la integración civilizadora, para efectos del área del Libre Comercio de las Américas (ALCA), ATPDA, TLC; donde los asuntos de controversia deben ser aprobados en referéndum y no por los gobiernos de turno.


La UNIVERSIDAD PERUANA,  concibe modernizar la investigación y el conocimiento a nivel latinoamericana, buscando alternativas para insertar a la Universidad Peruana de manera conveniente en la globalización, elaborando Modelos Educativos y Económico productivista de alto valor agregado  y de capitalización nacional alternativo al modelo neoliberal.

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